Me extrajeron una muela y después qué…
- 04 de mayo de 2018
- Posted by: reategui
- Category: Tips,
Hay algunas situaciones en las que la conservación de una pieza dentaria se hace crítica.
Entre las situaciones más comunes tenemos a:
Caries dental, en la mayoría de los casos se produce tal destrucción de la pieza dental al punto que involucra tejidos profundos como la dentina y pulpa, la que causa infecciones y/o gangrena pulpar, en la que cualquier intento de curación no tiene posibilidad de éxito.
Enfermedad periodontal, o problemas de encía y tejidos de soporte. Existen situaciones en la que sólo los tejidos de soporte están involucrados, causando micro infecciones con la consecuente inflamación y enrojecimiento. Al no detectar el problema a tiempo las uniones gingivales tan sensibles se comienzan a abrir formando una puerta de entrada a los alimentos, los cuales se convertirán en un excelente caldo de cultivo para las bacterias circundantes. El estadío final de la enfermedad se manifiesta con la movilidad de la pieza dentaria, la cual a su vez causa mayor inflamación y dolor.
Fracturas dentarias, producidas generalmente por accidentes de diverso grado como los automovilísticos, caseros o deportivos. Pero también se pueden deber a malos hábitos alimenticios como el hecho de masticar hielo, triturar caramelos o hábitos nocivos como masticar o morder lapiceros. La fractura puede involucrar pequeños fragmentos de esmalte hasta fracturas completas de paredes dentarias y en el peor de los casos fracturas a nivel de raíz, las cuales tienen un pronóstico malo.
En suma, la pérdida de una pieza dental tiene que ser sustituida idealmente al término de la cicatrización ya sea por medio de un puente fijo o dentadura removible. En estos tiempos la implantología provee soluciones muy efectivas para la rehabilitación de la sonrisa, sin involucrar piezas vecinas.