Tengo problemas dentales pero también tengo problemas médicos

Los problemas dentales como caries y enfermedad periodontal (enfermedad de las encías)  que aquejan a la población son enteramente comunes y lógicamente hay que buscar la solución en el momento indicado al momento de tomar la decisión de acudir al servicio odontológico para restaurar lo perdido o prevenir en el mejor de los casos alaguna dolencia a nivel oral.

¿Pero qué pasa si es que el paciente tiene un problema médico, es decir algo que compromete su salud general?

Primero, el paciente debe tener conocimiento de la enfermedad que padece, la que en muchos casos conlleva la toma de cierto tipo de medicamentos, la que debe estar consignada por escrito en forma clara indicando el tipo de medicamento y la dosificación del mismo.

Segundo, al momento de llenar la Ficha del Paciente, ser veraz al momento de definir el tipo de enfermedad y describir con certeza el tipo de medicación, o algún tratamiento para un problema crónico, llámese diabetes, hipertensión arterial, etc. Asimismo se debe consignar sobre tratamientos antiguos como cirugías o procedimientos quimioterápicos en el caso de neoplasias.

Hay que tener en cuenta que un asunto sencillo desde el punto de vista odontológico se puede complicar sino se reúne la suficiente información, es decir si se omite alguna información sobre su salud, se puede llevar a cabo un tratamiento que no estaba indicado en ese momento.

Por ejemplo en el caso del paciente diabético, los tejidos orales aún después de una cirugía sencilla (extracción dental) pueden verse disminuidos en su capacidad de regeneración y cicatrización. Asimismo una profilaxis o limpieza puede traer consigo micro infecciones de la encía por una diabetes mal controlada.

En el caso del paciente hipertenso, hay que tener en cuenta que hay cierto tipo de anestésicos que podrían elevar la presión, pero se puede hacer uso de otro tipo si es que el odontólogo está informado y él tomara sus precauciones para un tratamiento satisfactorio.

En el caso del paciente con problemas circulatorios, que esté tomando fármacos similares a la aspirina o warfarina, cuyo origen sea de diversa índole, ya sea problemas al corazón o algo parecido, si es que se produce un acto quirúrgico odontológico, las heridas sangrarán mucho y será necesario administrar medicación para controlarlas.

En el caso del paciente alérgico, éste debe tener en cuenta cierto tipo de fármacos que no pueden ser administrados en su organismo, entre estos tenemos a algunos antibióticos, algunos analgésicos, especialmente los derivados del ácido acetilsalicílico, antisépticos, etc.

En resumen, si existen problemas odontológicos, éstos siempre tendrán solución aún en la presencia de problemas médicos, pero hay que tener en cuenta la condición de salud actual.